Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


viernes, 5 de agosto de 2011

España está enladrillada

¿ PLUS ULTRA ?
¿Habrá prosperidad más allá de la "burbuja inmobiliaria"?

¿Quién la desenladrillará? Lo primero es una evidencia, lo segundo, una pregunta de difícil respuesta. Deberíamos conformarnos, de momento, en comprender cómo hemos llegado a esto antes de aventurarnos a resolver el problema. Uno de los que ha dado un paso adelante y ha puesto en negro sobre blanco su análisis y perspectiva sobre el sector es Borja Mateo. Les invito escuchar alguna de sus entrevistas y ojear algunas de sus aportaciones documentales.




Uno de los más interesantes datos que aporta es el referente al declive demográfico de España. Según afirma el susodicho, la generación de nacidos entre 1985 y 2000, incluyendo tanto nacionales como extranjeros, es un 35% menos populosa que la que vino al mundo en los 15 años previos. A ese “suicidio demográfico” que lleva años gestándose en España se le suma ahora el “exilio económico” de millares de jóvenes en busca de un futuro que este país no parece poder proporcionarles.

Desde luego que no es el primero en advertir de la relevancia de la demografía en el precio de las propiedades inmobiliarias. Una institución tan señalada como poco conocida, el Banco de Pagos Internacionles, ya lo había expuesto en un informe. Esa institución está ahora dirigida por Jaime Caruana, el que fuera gobernador del Banco de España cuando se gestó la “burbuja inmobiliaria”. Algunos defensores de esa nefasta institución se empeñan en señalar sus tempranas advertencias sobre la catástrofe que se estaba gestando aunque un repaso a la hemeroteca desmiente su presunta clarividencia.


A veces los tópicos son más apropiados de lo que nos gustaría.

Bien cierto es que podemos seguir con nuestra atávica costumbre de regodearnos en el pasado y dejar que otros decidan nuestro futuro o bien podemos tomar el toro por los cuernos, dejarnos de mentiras, afrontar la realidad y procurar rectificar los errores cometidos. Al fin y al cabo, “los mercados” no nos atacan , sólo procuran huir de las trampas que les intentan poner los políticos. Hagamos nosotros lo mismo.

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