Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


sábado, 11 de enero de 2014

Conferencista invitada

 Para comenzar el año con fuerza, con la fuerza que aportan los buenos argumentos, presento aquí una de las mejores conferencias organizadas por el Instituto Juan de Mariana. Sencillamente brillante.


martes, 24 de diciembre de 2013

Ante todo y para todos, FELIZ NAVIDAD

Como viene siendo habitual por estas señaladas fechas, siempre sale algún exagerado denunciando que van a prohibir la Navidad. Las pruebas, según ellos, son evidentes. Ese nuevo “anticristo” que es Obama comete la osadía de felicitar estas fiestas sin hacer mención expresa a Cristo y la Navidad. En el ejército más poderoso del mundo se persigue a los que usan ese término y hasta el NORAD está rastreando el recorrido del trineo de Santa Claus. Confío en que ningún “drone” se interponga en su camino.

Una festividad como la Navidad, que hunde sus raíces históricas en las fiestas paganas en honor a Mitra, las “saturnalias” y el Sol invicto, ha tenido necesariamente que reinventarse a lo largo de los siglos. Algo queda de aquella época pretérita en la que la comunidad se guarecía en casa del frío invernal y daba cuenta de animales sacrificados bien regados con alcohol. Era una forma de sobrellevar mejor esos días oscuros. Hoy día, tiene su reflejo en tantos banquetes que reúnen a amigos y compañeros de trabajo hasta avanzadas horas de la madrugada.

Sin embargo, lo que resulta más polémico es la pérdida progresiva de preponderancia del significado religioso a favor de un carácter meramente comercial. Respecto a esta concepción “mercantilista” que tiene hoy la Navidad, decir que tiene su origen en los Estados Unidos. Fue el resultado de reconducir una fiesta con un cariz demasiado católico para el gusto protestante sin caer en los festejos barriobajeros y borrachuzos que encarnaban la alternativa pagana.

Se constituyó así una fiesta centrada en el hogar, propiedad privada por antonomasia. Una fiesta mucho más familiar concebida casi a imitación del día de “Acción de gracias”. Una celebración que ensalzaba a unos miembros de la familia hasta entonces minusvalorados, los niños. No olvidemos que esos Estados Unidos del siglo XIX, eran los de la Revolución Industrial. Fue una época en la que la creación de riqueza y prosperidad alumbraron una clase media acomodada ávida de celebrar su éxito. Fueron los años que pusieron fin a la esclavitud en Occidente y que permitieron liberar, gracias a la industrialización, de la carga del  trabajo a importantes capas de la población como los niños.

En esa época, la imaginación de personas como Clement Clarke Moore y Thomas Nast configuraron al icono navideño más indiscutible, Santa Claus. Los grandes almacenes y sucesivas generaciones de niños hicieron el resto. El resultante de este crisol de influencias es el período vacacional del que actualmente disfrutamos. Aprovechémoslo como se merece, celebrándolo como a cada uno le parezca. Así que, consideréis como la consideréis, a todos o deseo FELIZ NAVIDAD.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Entre el silencio y la desfachatez

Cuando llevas algún tiempo sin escribir, uno tiende a esperar algo particularmente interesante para explayarse un rato y volver a tomar esa rara costumbre de publicar las excentricidades que se le pasan a uno por la cabeza. Sin embargo, la ansiedad se acrecienta conforme trascurre la espera y finalmente uno se rinde y acaba decantándose por cualquier cosa. Suele ser algo particularmente llamativo aunque no por ello especialmente trascendente. 

Se tratar habitualmente de alguna fruslería graciosa que los medios de masas usan para edulcorar el informativo. Un chascarrillo para su audiencia. Sin embargo, bien mirado, se le puede sacar más miga de la que en apariencia tiene. Y así me encontré con la noticia de la “espantada”del ministro de economía que se negó a profundizar sobre la inflación que mina la riqueza de los argentinos.



La macroeconomía oficial ha logrado enmascarar el concepto de inflación tras las siglas del IPC. Ha hecho olvidar a la mayoría que se trata del más injusto de los impuestos dado que grava a la vez tanto el consumo como el ahorro, favorece el endeudamiento y premia al importador en perjuicio del exportador. Y todo ello en silencio, sin que el sufrido contribuyente se dé cuenta de semejante robo perpetrado por los bancos centrales. Es más, la inflación, instrumentalizada a través de la política monetaria, pretender ser empleada como la vía de salida de la crisis . Y así lo han hecho, crisis tras crisis, destruyendo en el empeño el valor del dinero que supuestamente deben preservar. 


 Pero, claro está, además de inflación tenemos otros tantos impuestos, esos que ha impulsado otro ministro, en este caso español y de hacienda pública, al que más le hubiera valido en su momento estar callado. 



No obstante, seguro que el responsable de elevar el tipo marginal del impuesto sobre la renta aún más de lo que propugnaban los comunistas nos espetaría que para dialogar de tú a tú con él, primero debemos igualar su “curriculum”. Entre sus más recientes logros, haber impulsado el mayor “impuestazo” visto en 2012. Y ello además, alardeando de que, hasta ahora, los impuestos eran “demasiado bajos”.


domingo, 24 de marzo de 2013

Oscurantismo ecologista

Un año más, la “hora del planeta” ha pasado sin que mi consumo doméstico de electricidad se viera alterado lo más mínimo. Sin embargo, este acto de propaganda ecologista ha contado este año con la adhesión del gubernamental Partido Popular.

Por alguna desconocida pero, sin duda, afortunada razón, desde hace algunos años (años de crisis económica y por ende, empobrecimiento colectivo) la publicación noticias alarmistas sobre los perniciosos efectos “futuros” del llamado “cambio climático” se ha reducido significativamente. Es bastante razonable que una población que no sabe cómo llegar a fin de mes sea menos propensa a mostrar interés hacia un posible cambio en el patrón de precipitaciones en el Índico. Los que siempre pensamos que una desviación de menos de un grado centígrado ( 0.7º C aprox.) en la temperatura presuntamente registrada durante el último siglo nunca fue digna de la atención mediática que se le venía prestando, observamos complacidos este cambio de tendencia.


Temperatura sube o baja. Todo depende del horizonte temporal considerado.


No obstante, la pertinaz insistencia de los gobiernos españoles, el actual y el precedente, con la ayuda de todas esas burocracias supranacionales tan perniciosas como grandilocuentes, a saber, FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo, esto es, la temida “troika”; está a punto de lograr, a expensas de arruinar al país, cumplir los objetivos de emisiones consignados en el protocolo de Kioto. Acuerdo internacional que, por cierto, firmo en nombre del Reino de España, un tal Mariano Rajoy Brey.


Gráfica tomada del blog de Antón Uriarte


Sinceramente, juzgo insuficientes las evidencias disponibles para sentenciar, como muchos lo han hecho, que el llamado cambio climático sea una amenaza seria para el género humano. Por otra parte sin embargo, considero bastante plausible que si las propuestas ecologistas fueran llevadas a término de manera inmediata, en breve disfrutaríamos del nivel de vida de un país que lleva décadas, silenciosa pero orgullosamente, celebrando su “hora del planeta” de forma ininterrumpida.


jueves, 3 de enero de 2013

Vértigo ante el abismo

Y ahora algo más serio. Para poner en perspectiva la última "victoria" del inquilino de la Casa Blanca reproduzco aquí un gráfico encontrado en la web ZeroHedge.com, uno de los sitios imprescindibles donde recabar información si uno pretende seriamente entender lo que pasa en el submundo de las finanzas y la macroeconomía.


No cabe duda, en casos como este, una imagen vale más que mil palabras. Lo malo es que después de ver esto, sin contar al ministro Montoro,  todavía habrá quien justifique que el tesoro norteamericano sufre un problema de falta de ingresos.

Apocalipsis a la americana

Con motivo del llamado “abismo fiscal” (Fiscal Cliff para los angloparlantes) los agoreros de turno se precipitaron a proclamar el inminente cataclismo de no aprobarse algún tipo de acuerdo que permitiera salvar la cara al reelegido presidente Obama. “Una nueva recesión” decían. “Inevitablemente contagiaría a Europa” pronosticaban. Cargaban las tintas contra esos seres desalmados que supuestamente son los republicanos. Como es bien sabido, la prensa internacional no se molesta en ocultar su inquebrantable “sesgo progre”.

Sin embargo, si los periodistas se molestaran en hacer bien su trabajo (quizá por eso, y no quiero hacer demagogia, tantos periodistas se están quedando si él) sabrían que desde hace mucho en Washington DC. existe un consenso tácito para expandir el poder gubernamental. Salvo unos pocos idealistas que todavía se empeñan en batallar contra el “Big government”, el resto de senadores y diputados “republicanos” en poco se diferencian de sus homólogos “demócratas”.


Símbolo del partido “republicrat” 

Sólo cuestiones de matiz, imposturas de cara a la galería. Banderas estadounidenses más grandes que las del oponente. Erigirse en defensor de supuestos “valores familiares” que no practican. Algún arranque patriotero de vez en cuando. En fin, eso me recuerda a las pequeñas singularidades de dos películas hollywoodienses (Made in USA) sobre un acontecimiento realmente apocalíptico. Siempre he defendido que se trata de las versiones “demócrata” y “republicana” sobre cómo afrontar el impacto de un meteorito sobre la tierra. Dejando de lado la viabilidad técnica de reventar el meteoro con una bomba atómica, propuesto en ambos filmes, autentica imagen de marca americana; resaltan ciertos detalles. 

Por ejemplo, en la “demócrata” DEEP IMPACT, se subraya el papel del gobierno, con un Morgan Freeman como Presidente, que cierra la cinta con un discurso desde un Washington en reconstrucción. Asimismo, para evitar ser tachados de “imperialistas” en esta película los fragmentos del asteroide que llegan a la Tierra arrasan New York y el resto de la costa este americana, baluartes electorales de la casta “patricia” del partido demócrata (si fuera freudiano me plantearía si eso traduce algún tipo de instinto suicida). 





Por el contrario, en la “republicana” ARMAGEDDON, al presidente sólo se le escucha “rezando”. Los protagonistas se ganan la vida en un oficio tan respetable como el de la prospección petrolífera. Los meteoritos que impactan en nuestro planeta no dañan la patria del “destino manifiesto” sino que castigan a esos ingratos europeos (París) y algún punto del extremo oriente (China? Como se puede apreciar, son sólo pequeños detalles pero que vistos en conjunto marca una gran diferencia.



 No obstante, hay una frase que ilustra mejor que ninguna otra el carácter “republicano” de la producción cinematográfica. Me refiero a la secuencia en la que el protagonista , Bruce Willis, que nunca ha ocultado sus simpatías “republicanas” expone sus condiciones para salvar al mundo. Traduce esto dos características muy “republicanas” que se han visto en el debate sobre el precipicio fiscal: primero, aun en condiciones de máxima urgencia, se deben exigir contraprestaciones, y segundo, si se puede lograr, lo que debe quedar claro es que no se quiere pagar ni un impuesto más.