Frases que inspiran

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Principio de Hanlon


sábado, 13 de agosto de 2011

Cayó el muro, no el socialismo

En la noche del 13 de agosto de 1961, hace hoy 50 años, se erigió el que sería bautizado por la propagada de la RDA como  “muro de protección antifascista”.

Jerarcas del Partido, complacidos al contemplar sus "fuerzas", 
inconscientes de que su fin estaba cerca

Luchar contra la subversión “fascista” “cobarde y revanchista” de la RFA era su objetivo declarado. Evitar la huida del “paraíso comunista” era su utilidad real. Casi 3 millones de alemanes lo abandonaron antes de que un muro les cerrara el paso. Una vez levantado, podemos distraernos con sus cifras , pero no debemos olvidar su hecho diferencial. Al contrario que otros muros que todavía persisten en el mundo, no estaba pensado para frenar la entrada de ejércitos, inmigrantes o mercancías. El que levantó la Alemania “democrática” perseguía impedir que sus propios ciudadanos abandonaran el país. Las autoridades comunistas, de ayer y hoy (véase el caso cubano), se creen con derecho sobre la vida de “sus” ciudadanos. Opinan que, ya que el Estado les cría, les instruye, les sana; deben servirle a él y a los intereses que sólo la “vanguardia del proletariado”, el Partido Comunista, sabe dilucidar.


El llamado Muro de Berlín era más que una mera tapia.

Cuando yo nací, el muro parecía inamovible y, para muchos, la Unión Sovietica era un “referente moral”. 25 años después, el muro ha caído pero no estoy seguro de que todos coincidamos en que la “guerra fría” la perdieron los “malos”. Sirvan de ejemplo las declaraciones de Gesine Loetzsch, dirigente de Die Linke, que, aludiendo al “muro de la vergüenza”, lo contextualizó como una consecuencia de la agresión nazi a la Rusia soviética. Así que mientras esa “izquierda” sueña con un mundo mejor, las autoridades alemanas rinden tributo a los que cayeron intentando cruzar el muro en pos de su libertad.

Mientras un antiguo agente del espionaje soviético recuerda las impresiones que el muro le suscitó y los que estaban al mando cuando el vergonzante muro cayó defienden su actuación, aquí la prensa “progresista” es capaz de redactar un anodino artículo sobre este hecho histórico, sin tan siquiera mencionar la naturaleza comunista del régimen totalitario que construyó la estructura. Pero no debemos extrañarnos porque probablemente sean los mismos que recuerdan con pasmosa admiración que hoy cumple años Fidel Castro, quien impuso al pueblo cubano miseria y tiranía, indisociablemente unidas al socialismo. No osarán llamarle “dictador” pero se maravillarán ante el más estrafalario de los cambios que acontezcan en Cuba, cuya condición isleña ahorró a los Castró el gasto de construir un muro para encerrar a “su” pueblo en “sus” dominios.

Peor aún son aquéllos que ironizan sobre la caída del muro y la comparan con la hipotética caída del Capitalismo, representada en la caída de Wall Street. Y es que, no nos engañemos, todavía son demasiados los que no comprenden que la economía socialista nunca podrá traernos la prosperidad. Por mucho que los inconscientes ciudadanos del “mundo libre” clamen a sus gobernantes, demandándoles que les libren de la crisis, los políticos, al pretender salvar a todo el mundo, sólo nos hunden un poco más y nos lastran al cargar sobre los hombros del sufrido contribuyente un mayor peso de “gasto público”. Del Estado sólo podemos esperar iniciativas “orwellianas” que atenten contra nuestras más elementales libertades y un pretensión confiscatoria casi insaciable. Por eso, debido a esa significativa parte de la opinión pública que todavía no comprende la “inviabilidad e inmoralidad” del llamado “Estado de Bienestar”, puedo afirmar que habrá caído el muro pero no lo ha hecho el socialismo.


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