Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


martes, 23 de agosto de 2011

¿Qué significa ser "libertario"?

En la entrada precedente hice referencia del concepto “libertario” pasando por alto el hecho, de sobre conocido por mi parte, de que no es un término bien comprendido por el común de los mortales. La verdad es que, en nuestro medio, más bien haría referencia a cierto tipo de “libreprensador” partidario de la anarquía. Quizá incluso una minoría lo asocie a alguna de esas “sectas” de socialistas utópicos que se autodenominaban “comunistas libertarios”. Sin embargo, en lo que respecta al espectro político estadounidense, libertario (o si lo prefieren, “libertarian”)  hace referencia a los valedores del liberalismo clásico que, en lo que se refiere a la histora americana, se corresponderían con aquellos que aspiran a mantener intacto el legado que los “Padres Fundadores” de la Revolución Americana dejaron plasmado en la Constitución y la Declaración de Independencia. Es decir, firmes defensores de un estado férreamente limitado a las funciones expresamente mentadas en los citados documentos.


Este diagrama representa una de las versiones del “cuadro de Nolan” y permite, si bien con ciertas limitaciones, ubicarse dentro del espectro político convencional. 
Yo sé donde me encuentro pero ¿lo sabes tú?.

Obviamente, en el debate ideológico americano, más abierto y menos prejuicioso que el estereotipado discurso vigente en Europa, sus ideas, aunque rechazadas por la clase política dominante, no son directamente desacreditadas y tachadas de “radicales” o incluso “extremistas”, como ocurriría si esos mismos postulados fueran esgrimidos ante un conservador o progresista europeo (que, por cierto, en EE.UU. vergonzantemente se haría llamar “liberal”).

Comprendo que puede resultar una categoría política extraña es España. No obstante, aunque de muy reciente fundación y todavía muy escasa penetración social, ya contamos con un partido político que ampara el espíritu libertario bajo sus siglas.

De todas maneras, para clarificar el concepto, aquí os dejo un breve discurso en el que un libertario americano nos explica “qué demonios es un libertario”.



Ron Paul for President

Presiento que, de ahora en adelante, me va a resultar imposible no mentar con asiduidad a Ron Paul, uno de los postulantes para la candidatura republicana a la Presidencia de los Estados Unidos de América.
Me hago cargo de que, por desidia o la escasa y sesgada información proporcionada por los medios de comunicación masiva, a la inmensa mayoría les resultará desconocida esta figura política. Sin embargo, fue de los primeros en anunciar su candidatura.

Aspirantes republicanos, de izquierda a derecha: Rick Santorum, Herman Cain, Ron Paul, Mitt Romney, Michele Bachmann, Tim Pawlenty, Jon Hunstman, Newt Gingrich.

A pesar de que las grandes cadenas y agencias de noticias, lejos de favorecerle, más bien le han ignorado sistemáticamente, ello no ha sido óbice para que se lograra imponer a sus rivales en múltiples encuestas de preferencia de voto.

Con la popularidad de Obama bajo mínimos,siendo incapaz de generar confianza en su gestión económica y a la vista de sus infructuosos intentos de recuperar el favor del electorado, parece más que probable que la alternancia en la Casa Blanca acontezca en 2012.


Si por algo se caracterizan las campañas electorales “made in USA” es que, tan pronto se celebran las elecciones, comienza la precampaña y, desde entonces, da inicio una auténtica carrera de fondo en la que rápidamente se dan los primeros abandonos a la par que se definen los primeros favoritos.

Los medios “izquierdistas” no tardaron en  publicitar a Bachmann como ganadora a la vez que se hacían eco de algunos de sus comentarios más polémicos pero en ningún caso se dignaron en mencionar las sospechas de compra de votos y menos aún algún que otro inquietante enigma que rodearon a su victoria, tan sólo una primera etapa en la carrera por la nominación republicana.

De todas maneras, los resultados de Iowa han conllevado que hasta  los medios oficialistas reconozcan las posibilidades reales de la candidatura de Ron Paul. Incluso los más cerriles “voceros conservadores están cada vez más inquietos ante la posibilidad, más probable que nunca, de que Ron Paul se imponga. Y es que, desde los medios conservadores a los baluartes del “progresismo yanqui”, como puede ser el Washington Post, se ha reconocido que el aspirante “libertario” bien pudiera lograr esta vez su objetivo. Los resultados de la encuesta de Iowa sólo han confirmado esa sospecha.

Además, Ron Paul cuenta con una virtud de la que pocos de sus contrincantes pueden hacer gala. Su coherencia política. Aunque al europeo le parezca extraño, en EE.UU, si se tiene en cuenta lo que votan los congresistas. Se conserva ese antiguo pero no anticuado concepto de que el representante debe defender ante el parlamento los intereses del representado. Ron Paul siempre ha defendido que una sociedad libre y próspera no puede separarse de los principios que rigen el “libre mercado” y, consecuentemente, ha sido un crítico incansable del perverso sistema monetario imperante, de la Reserva Federal, del salvamento con dinero del contribuyente de sectores e industrias en crisis (sector bancario, industria automotriz...) y el incremento de la voracidad fiscal. A la vez, ha sido principal valedor de un presupuesto federal equilibrado, de reducir la actividad del gobierno a los campos expresamente enunciados en la Constitución Americana, siendo particularmente enconada su oposición a los crecientes poderes que las autoridades se han atribuido para “luchar contra el terrorismo” tanto en suelo doméstico como en el extranjero.

Al ser el único defensor de una política exterior sensata, no es de extrañar que la progresía yanqui menos sectaria vea en él una alternativa para hacer retornar a EE.UU. al lugar que le corresponde, fuera de los campos de batalla.


Los que siguieron en debate no tienen dudas sobre quién es su candidato

He mencionado de pasada que Ron Paul sería lo que en el espectro político americano se conoce como “libertario”. Atentos a cómo expresa su afiliación ideológica el “órgano de prensa” del progresismo español (ElPaís): “Con 4.823 votos, Bachmann dejó en segundo lugar a Ron Paul, que obtuvo 4.671. Paul se ha presentado ya a las elecciones presidenciales en dos ocasiones. Su discurso es el de un libertario extremo: pide que el Estado se inhiba de interferir en las vidas de los ciudadanos hasta el punto de que ha pedido abiertamente que se deje a Irán en paz, aunque desarrolle reactores nucleares, y que se traigan a casa todas las tropas en el extranjero. En su utópica campaña de 2008 consiguió electrizar a los votantes más jóvenes del partido, aunque se retiró a cinco meses de las elecciones.” Es decir, pedir que se deje en paz a los pobladores de otros países absteniéndose de usar sanciones económicas y la fuerza militar se corresponde con un discurso “extremista”. Acabáramos, a ver si El País se ha convertido al “neoconservadurismo”, o como lo definió el propio padre de la criatura, Irving Kristol, “progresistas asaltados por la realidad”. De esta manera, seguro que inconscientemente se han unido los “neocon” americanos en su lucha por desacreditar al pre-candidato republicano. Reafirmando lo dicho, también los neocon ibéricos lo consideran un candidato “marginal”, prefiriendo en su lugar al que fuera íntimo colaborador de Al Gore. No importa que Ron Paul haya tomado la delantera en importantes sondeos, no hay peor ceguera que no querer ver.

Con perseverancia y algo de suerte, los que ansiamos vivir “libres y en paz” no nos tendremos que exiliar a una isla flotante ya que es factible que la antigua referencia del “mundo libre” vuelve a serlo. La situación actual es propicia para un auténtico golpe de timón. Destacados empresarios han llamado a la “rebelión” contra una clase política desacreditada. Figuras como Ron Paul, con un dilatado historial de lucha contra el “establishmenta buen seguro se beneficiará del hartazgo ciudadano ante el modo de actuar en Washington D.C.

Por último, no quisiera terminar sin antes felicitar por su cumpleaños (con unos días de retraso) al que sería mi candidato si hubiera nacido americano. Le deseo toda la suerte del mundo, le hará falta.

Parece mentira que tenga que ser Russia Today la que esté dando cobertura mediática a quien pretende restaurar los principios que cimentaron la grandeza y excepcionalidad americana

sábado, 20 de agosto de 2011

La guerra de los mundos

No pretendo hablar de la novela de H.G. Wells ni de la adaptación radiofónica que tanto furor causó en su momento. De lo que quiero hablar hoy es del último chascarrillo de uno de esos cuestionables premios Nobel que, tomado en serio, sería para echarse a temblar.

Me refiero a la ocurrencia de Paul Krugman que, con toda su desvergüenza habitual, expuso en la CNN.


Puede parecer una más de las ideas, extravagantes hasta el paroxismo, proferidas por este economista yanqui (véase su adhesión a la propuesta de las “tómbolas monetarias” y su “certera” recomendación de superar la burbuja “dot-com” con la burbuja inmobiliaria) pero no logra sorprender a quienes conocemos su historial. Sin embargo, sentenciar que una “invasión alienígena” promovería el “crecimiento económico” no sólo puede resultar una afirmación propia de “freaks”, de esos que suelen entretenerse buscando ovnis en el firmamento, sino que encierra una falacia bastante común entre los economistas en general y keynesianos en particular. Me refiero, claro está, a las supuestas cualidades salvíficas de los conflictos armados para sacar de la “atonía” económica a las naciones en crisis.

Aunque esta hipótesis ya haya sido desacreditada en múltiples ocasiones, sigue constituyendo uno de los mitos que rodean al “New Deal” La verdad, es que la mera lógica debiera ayudar a concluir que una actividad netamente destructiva como la guerra difícilmente contribuirá a la productiva “creación de riqueza”. Sin embargo, una y otra vez resurge el absurdo. Por supuesto, muchos son los supuestos “expertos” que se sumarían a la sugerencia de un incremento discrecional del gasto público como panacea universal.

Siguiendo lo dicho por Krugman, al hacer esto, 
los alienígenas nos estarían haciendo un favor.

Pero ello no es lo más grave. Cuando el auténtico despilfarrador, por muy “pragmático” que le vean sus aduladores, que ocupa el despacho oval cae a sus niveles más bajos de popularidad habría quien pudiera pensar que un “acontecimiento bélico” reforzaría su autoridad. El principal “lobby” del complejo militar-industrial ya sugirió que entrar en guerra permitiría a los EE.UU. salir de la crisis. En este contexto, las exigencias de Obama a otros jefes de estado, por muy despóticos que sean sus regímenes, debiera alertar a todos. Parece que cada minuto que transcurre en Oriente Medio nos acerca cada vez más a una guerra de enormes proporciones.

Mientras tanto, en suelo americano, las protestas civiles se antojan inminentes y bien pudieran justificar la instauración definitiva del “estado policial” a la par que servir de excusa para una jugosa “mordida” fiscal.
Que se le va a hacer, la mente humana es insondable. Si hay gente capaz de pensar que unos “malvados especuladores”, que están sufriendo su peor mes desde la quiebra de Lehman Brothers, son los responsables de un “golpe de estado”, resulta perfectamente coherente que mientras el gobierno federal americano coquetea con la “suspensión de pagos”, algunos, “erre que erre”, se apresten a aporrear el “tambor de guerra”.

sábado, 13 de agosto de 2011

Cayó el muro, no el socialismo

En la noche del 13 de agosto de 1961, hace hoy 50 años, se erigió el que sería bautizado por la propagada de la RDA como  “muro de protección antifascista”.

Jerarcas del Partido, complacidos al contemplar sus "fuerzas", 
inconscientes de que su fin estaba cerca

Luchar contra la subversión “fascista” “cobarde y revanchista” de la RFA era su objetivo declarado. Evitar la huida del “paraíso comunista” era su utilidad real. Casi 3 millones de alemanes lo abandonaron antes de que un muro les cerrara el paso. Una vez levantado, podemos distraernos con sus cifras , pero no debemos olvidar su hecho diferencial. Al contrario que otros muros que todavía persisten en el mundo, no estaba pensado para frenar la entrada de ejércitos, inmigrantes o mercancías. El que levantó la Alemania “democrática” perseguía impedir que sus propios ciudadanos abandonaran el país. Las autoridades comunistas, de ayer y hoy (véase el caso cubano), se creen con derecho sobre la vida de “sus” ciudadanos. Opinan que, ya que el Estado les cría, les instruye, les sana; deben servirle a él y a los intereses que sólo la “vanguardia del proletariado”, el Partido Comunista, sabe dilucidar.


El llamado Muro de Berlín era más que una mera tapia.

Cuando yo nací, el muro parecía inamovible y, para muchos, la Unión Sovietica era un “referente moral”. 25 años después, el muro ha caído pero no estoy seguro de que todos coincidamos en que la “guerra fría” la perdieron los “malos”. Sirvan de ejemplo las declaraciones de Gesine Loetzsch, dirigente de Die Linke, que, aludiendo al “muro de la vergüenza”, lo contextualizó como una consecuencia de la agresión nazi a la Rusia soviética. Así que mientras esa “izquierda” sueña con un mundo mejor, las autoridades alemanas rinden tributo a los que cayeron intentando cruzar el muro en pos de su libertad.

Mientras un antiguo agente del espionaje soviético recuerda las impresiones que el muro le suscitó y los que estaban al mando cuando el vergonzante muro cayó defienden su actuación, aquí la prensa “progresista” es capaz de redactar un anodino artículo sobre este hecho histórico, sin tan siquiera mencionar la naturaleza comunista del régimen totalitario que construyó la estructura. Pero no debemos extrañarnos porque probablemente sean los mismos que recuerdan con pasmosa admiración que hoy cumple años Fidel Castro, quien impuso al pueblo cubano miseria y tiranía, indisociablemente unidas al socialismo. No osarán llamarle “dictador” pero se maravillarán ante el más estrafalario de los cambios que acontezcan en Cuba, cuya condición isleña ahorró a los Castró el gasto de construir un muro para encerrar a “su” pueblo en “sus” dominios.

Peor aún son aquéllos que ironizan sobre la caída del muro y la comparan con la hipotética caída del Capitalismo, representada en la caída de Wall Street. Y es que, no nos engañemos, todavía son demasiados los que no comprenden que la economía socialista nunca podrá traernos la prosperidad. Por mucho que los inconscientes ciudadanos del “mundo libre” clamen a sus gobernantes, demandándoles que les libren de la crisis, los políticos, al pretender salvar a todo el mundo, sólo nos hunden un poco más y nos lastran al cargar sobre los hombros del sufrido contribuyente un mayor peso de “gasto público”. Del Estado sólo podemos esperar iniciativas “orwellianas” que atenten contra nuestras más elementales libertades y un pretensión confiscatoria casi insaciable. Por eso, debido a esa significativa parte de la opinión pública que todavía no comprende la “inviabilidad e inmoralidad” del llamado “Estado de Bienestar”, puedo afirmar que habrá caído el muro pero no lo ha hecho el socialismo.


Tertulia noctámbula

En una de esas tertulias noctámbulas surgió, como en tantas ocasiones, sin saber bien como; el tema del 23-F y sus inquietantes entresijos. Lo cierto es que había sobre la mesa otros asuntos más atractivos sobre los que conversar y que rápidamente monopolizaron la discusión pero, por lo que se dio a entender, rápidamente comprendí lo escaso y superficial del conocimiento sobre uno de los acontecimientos más trascendentes de nuestro pasado más inmediato y que condicionó profundamente el curso que tomaría la “balbuceante” democracia española.

Tanto me decepcionó la falta de comprensión histórica sobre un hecho tan señalado, que no me queda más remedio que compartir con todo el que quiera verlo el siguiente vídeo. A ver si así, para variar, la gente usa “internet” para aprender algo de interés.



Conferencia del coronel Diego Camacho y del historiador Jesús Palacios

sábado, 6 de agosto de 2011

Apocalipsis pospuesto

Como no podía ser de otra manera, el anunciado apocalipsis finalmente no aconteció. Finalmente, los chanchullos de última hora en Washington dieron resultado. Algunos lo juzgarán como una auténtica chapuza lo consensuado. Incluso a ciertos personajes puede parecerles un mal chiste.


La deuda americana no se frena, el oro tampoco

Primero votaron los representantes. Después fue ratificado por el Senado. Finalmente quedó aprobado el acuerdo que, como es inherente a toda componenda de última hora, en el mejor de los casos tendrá beneficios a corto, más caos a largo plazo.

Tras sancionar el acuerdo, Obama lo celebró proclamando que habrá anticonceptivos gratis para todas. Por si acaso, ya anda tramando una disimulada subida de impuestos.Como si los impuestos no fueran ya  suficientemente elevados. Será verdad que Obama coincide con nuestro ZP en algo más que su fecha de cumpleaños, y es que ambos tienen una propensión irrefrenable al despilfarro.




Quizá tenga razón, la intransigencia partidista no debe superar ciertos límites.

Sin embargo, la lucha partidista no cesa. Algunos “extremistas” han llegado a calificar de traición haber apoyado el plan ratificado por las cámaras legislativas americanas. Una de las opositoras a la componenda ha llegado a ser tachada de “terrorista”. Otro opositor más sensato, Ron Paul, reclama algo tan simple como congelar el presupuesto. Y, no menos importante, abominar parte de la deuda.




Mientras tanto, EE.UU. se precipita hacia una nueva recesión. La caída en el consumo así lo atestigua. Asimismo, su industria tampoco pasa por sus mejores momentos. A pesar de ello, los guardianes de la solvencia de la deuda (con excepciones) aseguran que el riesgo de impago por parte del gobierno federal americano es “extremadamente bajo”. Quizá sea más bien porque, de momento, Ben “helicopter” Bernanke se abstiene de continuar con sus artimañas monetarias.

Desde luego, todo este arduo esfuerzo no parará el contador de la deuda. Tampoco las claves del apaño presagian nada esperanzador. Sobre todo si nos enteramos que uno de los beneficiarios del trato, es el PENTÁGONO. Pareciera que el “scheriff” del mundo no ha asumido todavía los costes de su política exterior.

A pesar de las mentiras malintencionadas que ha rodeado todo el proceso, el debate sobre el techo de la deuda americana ha sido particularmente revelador. Una cosa debería resultarnos obvia, elevar nuestra capacidad de endeudamiento no hace más que potenciar nuestra propensión al gasto. El auténtico problema que aqueja a la superpotencia americana no es una puntual falta de liquidez, es su propia solvencia (económica y moral) como nación, como acertadamente señala Peter Schiff. Bien es cierto, nos resalta Paul Craig Roberts, que la obstinación republicana bien pudiera haberse manifestado antes para evitar los dispendios de Bush II. Esa reticencia para endeudarse unos escasos 2 trillones de dólares adicionales resulta más sangrante tras haberse concedido créditos por la Reserva Federal por valor de 16 TRILLONES a bancos de todo el mundo. Al fin y al cabo, solucionar el problema no supondría un sacrificio insuperable. Equilibrar el presupuesto sólo exigiría volver al nivel de gasto de 2004.


La deuda americana es cuantificable. Pero menuda desproporción. No olvidemos que la deuda pública oficial es sólo una parte de la REAL. Buena parte de los acreedores de EE.UU. habitan lejos de sus fronteras, desde jeques petroleros al Partido Comunista Chino.

Llama la atención que este tipo de debates se dé sólo en EE.UU. Allí, el control del presupuesto es facultad del poder legislativo. Así ha sido desde los albores del parlamentarismo, cuando las cortes se constituyeron como contrapoder frente al déspota de turno para refrenar sus afanes confiscatorios. Hoy en día, en el Reino de España y el resto de países europeos, el poder ejecutivo (déspota ilustrado en el mejor de los casos) puede saltarse sus propios topes presupuestarios resultando anecdótico cualquier control que los parlamentos nacionales puedan llegar a ejercer.

¿Tendremos que esperar a una nueva mayoría republicana en ambas cámaras
para que la Deuda USA se controle?

Como consecuencia del apaño acordado, esta histórica excepcionalidad americana puede desaparecer también. Ello se debe a que se ha pergeñado un aberrante comisión pomposamente llamada “super congreso”. Se ha encendido una nueva alarma y algunos reiteran sus advertencias. Ello constituye la gota que ha colmó el vaso y los constitucionalistas se han indignado frente a la traición de la mayoría republicana.

Pero todo esto da igual. En Washington D.C. se vive mejor que nunca y poco importan los pronósticos pesimistas por muy reputados que sean quienes las profieren. Ni tan siquiera se inquietan cuando el líder de la antigua potencia enemiga tacha a la economía americana de “parásito”. Y menos todavía cuando sus acreedores comunistas ponen en duda la credibilidad del dólar.

Puede que allí puedan seguir permitiéndose ese politiqueo “barato”, pero a este lado del atlántico se hunde la bolsa. La prima de riesgo se dispara y nuestro endeudamiento exterior pisa el acelerador. Y eso que este trepidante mes de agosto no ha hecho más que comenzar.

El peligro que acecha, la HIPERINFLACIÓN.



viernes, 5 de agosto de 2011

Botín contesta por carta

En una entrada anterior recogía la noticia de intervención de un “indignado accionista” que, atribuyéndose la paternidad putativa de todos los jóvenes del 15-M, llevaba a la junta del Banco Santander sus reclamaciones.

Semanas después, cuando el ciudadano común empieza a dirigirse a los “indignados” con malos modos y las cargas policiales se recrudecen (eso sí, la culpa es siempre de “extranjeros”), Emilio Botín, contagiándose de las consignas del movimiento (alarde publicitario mal visto por la competencia), ha respondido por carta a la interpelación ya citada. Aquí les dejo la misiva. Juzguen ustedes mismos. Yo, la verdad, dudo que si realmente el texto manuscrito es del propio Botín, fuera consciente del destinatario mientras despachaba su correspondencia con unas decenas de  protocolarios encabezamientos y despedidas.

España está enladrillada

¿ PLUS ULTRA ?
¿Habrá prosperidad más allá de la "burbuja inmobiliaria"?

¿Quién la desenladrillará? Lo primero es una evidencia, lo segundo, una pregunta de difícil respuesta. Deberíamos conformarnos, de momento, en comprender cómo hemos llegado a esto antes de aventurarnos a resolver el problema. Uno de los que ha dado un paso adelante y ha puesto en negro sobre blanco su análisis y perspectiva sobre el sector es Borja Mateo. Les invito escuchar alguna de sus entrevistas y ojear algunas de sus aportaciones documentales.




Uno de los más interesantes datos que aporta es el referente al declive demográfico de España. Según afirma el susodicho, la generación de nacidos entre 1985 y 2000, incluyendo tanto nacionales como extranjeros, es un 35% menos populosa que la que vino al mundo en los 15 años previos. A ese “suicidio demográfico” que lleva años gestándose en España se le suma ahora el “exilio económico” de millares de jóvenes en busca de un futuro que este país no parece poder proporcionarles.

Desde luego que no es el primero en advertir de la relevancia de la demografía en el precio de las propiedades inmobiliarias. Una institución tan señalada como poco conocida, el Banco de Pagos Internacionles, ya lo había expuesto en un informe. Esa institución está ahora dirigida por Jaime Caruana, el que fuera gobernador del Banco de España cuando se gestó la “burbuja inmobiliaria”. Algunos defensores de esa nefasta institución se empeñan en señalar sus tempranas advertencias sobre la catástrofe que se estaba gestando aunque un repaso a la hemeroteca desmiente su presunta clarividencia.


A veces los tópicos son más apropiados de lo que nos gustaría.

Bien cierto es que podemos seguir con nuestra atávica costumbre de regodearnos en el pasado y dejar que otros decidan nuestro futuro o bien podemos tomar el toro por los cuernos, dejarnos de mentiras, afrontar la realidad y procurar rectificar los errores cometidos. Al fin y al cabo, “los mercados” no nos atacan , sólo procuran huir de las trampas que les intentan poner los políticos. Hagamos nosotros lo mismo.