Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


miércoles, 12 de octubre de 2011

Ron Paul y el U.S. Army


A pesar de sus buenos resultados en diferentes encuestas y su victoria sin paliativos en el cónclave que reunió a los simpatizantes más coherentes del conservadurismo americano, sigue imperando cierta consigna “no escrita” de que no se puede calificar como exitosa la precampaña del dos veces candidato a la presidencia, Ron Paul.

Pero, a pesar de ello, su campaña sigue en marcha. Todo lo contrario del hasta hace poco candidato del “stablishment” del GOP, Rick Perry, que anda buscado el momento más apropiado para hacer mutis.
Incluso, está haciendo frente a Herman Cain, otro de los candidatos ajenos a la corriente oficial del “aparato político” republicano. Especialmente acertado estuvo al reprocharle su pretensión de recolocar al frente de la Reserva Federal al nefasto Alan Grennspan.



Parodia del humorista americano Jon Stewart sobre la indisimulada estrategia de los "mass media" para IGNORAR a Ron Paul.


Tanto en la anterior campaña presidencial como en la actual, las tropas no dudan. Ron Paul es su candidato.

Sin embargo, uno de los aspectos  más  llamativos de su campaña es el desproporcionado apoyo financiero (a través de sus donativos particulares) que está recibiendo el congresista por parte de la tropa del Ejercito de los Estados Unidos de América .



En el contexto actual en el que, gracias a la actitud servil del gobierno español, Rota albergará uno de los elementos operativos del “escudo” de Obama, y esa económicamente deprimida región ya “se frota las manos” ante la llegada de los yanquis y sus DÓLARES, resultaría oportuno reseñar aquí cual es la política de Ron Paul sobre las bases militares en el extranjero. Afortunadamente es bastante simple. El cierre de todas ellas y el retorno de las tropas a tierras americanas. Quizá ello explica el entusiasmo que despierta entre los soldados.

domingo, 9 de octubre de 2011

Adenda a lo anterior

Me pareció que, en el anterior comentario, despaché el asunto del “escudo antimisiles” con demasiada brevedad. Puede que se trate de una obsesión irracional de los “neocon” de todos los lares o un mero proyecto de “estímulo económico” al más puro estilo de los keynesianos, pero bien merece algún apunte adicional.

Es probable que a nuestro presidente le parezca que este nuevo armamento “defensivo” no va contra nadie. Sin embargo, desde hace tiempo, ese antiguo enemigo de la “guerra fría”, la actual Federación Rusa de Putin, lleva alzando la voz contra lo que considera una amenaza.

A cuenta del reciente anuncio de la incorporación de Rota al “escudo del sur”, como era de esperar, las autoridades rusas han hecho públicas sus quejas, sumándose a las de ciertos españoles.


Este alarde militarista por parte de nuestra casta política (como se ha encargado de recalcar ZP, esta nueva cesión de soberanía cuenta con el beneplácito del principal partido de la oposición) coincide además en el tiempo con la pretensión de “desmilitarizar” el día de nuestra “Fiesta nacional”. No obstante, este país que, por primera vez en décadas, recibe menos inmigrantes que emigrantes lo abandonan, está para pocos festejos.

Entre tanto, mientras países en quiebra compran armamento con dinero prestado de forma coactiva por los “solidarios europeos” a la industria americana, el Complejo Militar-Industrial yanqui sigue de enhorabuena.
El nuevo componente del escudo antimisiles, que según la prensa “progre” Obama había paralizado, reportará millones a un sector económico americano que desconoce el significado de la palabra “crisis”.

Lo cierto es que, como mucho, Obama replanteó el diseño de dicha infraestructura defensiva. Quizá tuvo algo que ver el hecho de que como subsecretario de defensa, Obama nombrase a un antiguo asalariado del sector armamentístico.

Ello no sólo contradecía el pretendido “cambio” que publicitaba la administración Obama cuando aseguraba que expulsaría a los cabilderos del gobierno. Se trata de un flagrante incumplimiento de dicho compromiso. Y quien lo dude, que compruebe a qué se dedica Raytheon, la empresa que tuvo en nómina al hasta hace nada subsecretario de defensa.

Desconozco si el relevo se debe a que ya cumplió la misión que se le había encomendado al acceder al cargo o para evitar que el público sacara sus propias conclusiones sobre el grado de corrupción imperante en el Pentágono. Lo que sí está claro es que en Estados Unidos prefieren sustituir a un cargo público antes que pretender inanemente defender su “honestidad”.

jueves, 6 de octubre de 2011

Noticias cruzadas

Para empalmar con el anterior comentario, se me ocurrió que podría profundizar en el asunto del yerno de su Majestad, pero he de reconocer que el miedo a que me cierren la página o ser encausado por injuriar a la Corona al revelar ciertos secretos, determinó que declinara ahondar en ese tema.



Si tiene una buena opinión de nuestro "campechano" monarca, NO PULSE PLAY

Pensé a continuación que quizá sería interesante continuar resaltando la flagrante corrupción evidenciada en el trato de favor otorgado por Gallardón (próximo ministro de fomento, dios no lo quiera) a Florentino Pérez. Sin embargo, constatar que sus loas al contraejemplo del “fair play” reciben mayor atención mediática que su cuestionable actuación al frente de ACS, ávida por liquidar activos para hacer frente a su sobredimensionada deuda, me desalentó tanto que desisto y ni mentaré su última gran obra.

Así que, huyendo de noticias serias, caí por casualidad ante un ejemplo de censura en aras corrección política. Trataba de la casta, a la par que ñoña, intención de ocultar los encantos femeninos de cierta política canadiense. Casualmente, ese mismo día, algunos se hicieron eco del supuesto retoque fotográfico aparecido en ElPaís. Resultó ser una filfa, pues se trataba en realidad de una muy poco marcial pose de nuestra ministra de defensa.

Por supuesto, la tontería anterior me importa un bledo, pero, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (ahora que vivo aquí tiene más gracia decirlo), el mentar a la ministra del ramo me da pie a comentar ciertos hechos poco divulgados sobre el despilfarro cometido con la excusa de hacerse por nuestra “propia seguridad”.

Y es que, por si alguien no lo sabía, la práctica suspensión de pagos de las administraciones públicas ha llegado también al antaño conocido como ministerio de la guerra. No podemos seguir pagando el armamento que frívolamente hemos (los políticos en nuestro nombre) encargado. La factura es brutal, 26.000 millones de deuda. Se sospecha que incluso más. “No deberíamos haber adquirido sistemas [de armas] que no vamos a utilizar, para escenarios de confrontación que no existen y, lo que es más grave, con un dinero que no teníamos entonces ni tenemos ahora”, opina juiciosamente el actual secretario de defensa, Constantino Méndez. Que duda cabe que este gobierno también tiene su parte de culpa, pero en este caso el grueso del dispendio corresponde al gobierno Aznar, caballero de la “Real Orden de la Azores” y “modernizador” de los ejércitos de España. De todas maneras, lejos de acabar con la prodigalidad en el gasto “defensivo”, ZP, adalid de la “paz perpetua”, siguió la estrategia de dilapidar la recaudación tributaria comprando bombas, carros de combate y otros “juguetes” de vital importancia para la nación en su conjunto.

Analizando la noticia, resulta interesante constatar como en nuestro país también impera el modelo, vigente en USA, el  del Complejo Militar-Industrial. Este aberrante esquema consiste en que el gobierno se encarga de conceder créditos preferenciales a una industria para que fabrique los productos que posteriormente les comprará ese propio gobierno. O sea, les prestamos para que nos vendan el resultado de la inversión adelantada por nosotros mismos. Un negocio redondo, para la industria armamentística, claro.

Para mayor escarnio, si en algo se ha ahorrado en este capítulo presupuestario, ha sido para ningunear a aquellos ilusos soldados (mercenarios “de facto”) que creen defender a su patria luchando en guerras extranjeras. Pero tranquilos, quizá para evitar nuevos despidos, el próximo gobierno ya adelanta que podrá ser austero en otros ámbitos pero no escatimará un euro en la “defensa de la nación”.

Y aquí debería terminar la exposición pero, casualidades de la vida, una nueva noticia se cruza en mi camino. Ese líder “pacifista” que, inmerecidamente, tenemos por presidente, ha cedido parte de nuestro territorio soberano para servir a la defensa de una potencia extranjera. Lo hace, como no, por su positivo “impacto socioeconómico” (resáltese que ya confunde millones con millares) y lo hace sin reparar en las “exigencias” de nuestros pretendidos aliados.


ZP, viaje de ida y vuelta. De la retirada de Iraq a la claudicación de Rota

Ante este denodado esfuerzo por complacer a nuestros “socios” militares, puntuales “espinitas” judiciales bien merecen quedar en un discreto segundo plano.