Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


domingo, 9 de octubre de 2011

Adenda a lo anterior

Me pareció que, en el anterior comentario, despaché el asunto del “escudo antimisiles” con demasiada brevedad. Puede que se trate de una obsesión irracional de los “neocon” de todos los lares o un mero proyecto de “estímulo económico” al más puro estilo de los keynesianos, pero bien merece algún apunte adicional.

Es probable que a nuestro presidente le parezca que este nuevo armamento “defensivo” no va contra nadie. Sin embargo, desde hace tiempo, ese antiguo enemigo de la “guerra fría”, la actual Federación Rusa de Putin, lleva alzando la voz contra lo que considera una amenaza.

A cuenta del reciente anuncio de la incorporación de Rota al “escudo del sur”, como era de esperar, las autoridades rusas han hecho públicas sus quejas, sumándose a las de ciertos españoles.


Este alarde militarista por parte de nuestra casta política (como se ha encargado de recalcar ZP, esta nueva cesión de soberanía cuenta con el beneplácito del principal partido de la oposición) coincide además en el tiempo con la pretensión de “desmilitarizar” el día de nuestra “Fiesta nacional”. No obstante, este país que, por primera vez en décadas, recibe menos inmigrantes que emigrantes lo abandonan, está para pocos festejos.

Entre tanto, mientras países en quiebra compran armamento con dinero prestado de forma coactiva por los “solidarios europeos” a la industria americana, el Complejo Militar-Industrial yanqui sigue de enhorabuena.
El nuevo componente del escudo antimisiles, que según la prensa “progre” Obama había paralizado, reportará millones a un sector económico americano que desconoce el significado de la palabra “crisis”.

Lo cierto es que, como mucho, Obama replanteó el diseño de dicha infraestructura defensiva. Quizá tuvo algo que ver el hecho de que como subsecretario de defensa, Obama nombrase a un antiguo asalariado del sector armamentístico.

Ello no sólo contradecía el pretendido “cambio” que publicitaba la administración Obama cuando aseguraba que expulsaría a los cabilderos del gobierno. Se trata de un flagrante incumplimiento de dicho compromiso. Y quien lo dude, que compruebe a qué se dedica Raytheon, la empresa que tuvo en nómina al hasta hace nada subsecretario de defensa.

Desconozco si el relevo se debe a que ya cumplió la misión que se le había encomendado al acceder al cargo o para evitar que el público sacara sus propias conclusiones sobre el grado de corrupción imperante en el Pentágono. Lo que sí está claro es que en Estados Unidos prefieren sustituir a un cargo público antes que pretender inanemente defender su “honestidad”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario