Frases que inspiran

"Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio de Hanlon


domingo, 27 de noviembre de 2011

Es de socialistas perdonar

Un gobierno caduco se empeña en añadir otro borrón a su ya de por sí lamentable historial. Aún encontrándose “en funciones”, se permite perpetrar otra arbitraria y cuestionable decisión. La nueva extralimitación ejecutiva del cesante gabinete ministerial ha consistido en indultar a Alfredo Sáenz, CEO del Banco Santander, y a sus compañeros de fechorías. En opinión del los renacidos “postcomunistas” de IU, supone la “traca final” del zapaterismo.

Cierto es que a los que venimos siguiendo el tema, la decisión no ha extrañado en absoluto. La pregunta no era realmente si se lo concederían o no sino el cuándo. Hace tiempo que Saénz llevaba pidiendo el perdón gubernamental y finalmente se le ha concedido para evitar su abrupta salida del primer banco de la nación.

Algún despistado puede todavía sentir perplejidad de que el gran defensor de los desvalidos y menesterosos, ese aparato de poder y corrupción que por pereza y tradición se sigue llamando Partido Socialista Obrero Español pueda conceder semejantes favores a la élite económica del país sin el sonrojo generalizado. Sin embargo, como no podía ser de otra manera, la judicatura ha pedido que se argumente debidamente dicha decisión ejecutiva, máxime teniendo en cuenta que el indulto se ha otorgado en contra del criterio del mismísimo Tribunal Supremo.

Este alto tribunal fue el que hace unos meses falló en contra del actual dirigente del Santander y le sentenció por “denuncia falsa” contra uno de los presuntos deudores del intervenido Banesto. Asunto particularmente turbio si se le suma el hecho de que en lugar de situar al frente de la entidad intervenida a un funcionario del Banco de España, se optó por un directivo del Banco Bilbao Vizcaya (Alfredo Sáenz) que acabó en nómina (CEO) del banco que terminó adquiriendo la entidad arrancada de las manos de un caído en desgracia, Mario Conde.

Lógico es pues que el Banco muestre públicamente su satisfacción ante el nuevo “favor presidencial” aunque más vale no cantar victoria dado que se encuentra entrampado por sus malos negocios en el extranjero.

No extraña a nadie que nuestra “casta política” no se atreva con el Santander. Pero teniendo en cuenta los favores y dineros entregados a bancas y cajas, un “perdón regio” parece asunto menor. Y es que, las dádivas al sector financiero en este país se cifran en miles de millones. Ejemplo palmario lo tenemos en la CAM, que tras las pérdidas ocultas que ya ha asumido el estado y las promesas de pago a quién se haga cargo de la entidad, 20.000 millones del dinero de los contribuyentes se han volatilizado, a pesar de las cuales, nadie desea tragar con ella.

Cuando el común de los mortales deja de pagar a su banco, “está perdido”. No obstante, por mucho que el futuro presidente quisiera reconvenir al sector  durante la campaña electoral, tras las elecciones, ya asume como prioritario la inyección masiva de dinero a través de un “banco malo”.

Y ya que hablamos de entuertos jurídicos, cara nos saldrá la inseguridad generada por el ministro Sebastián al intentar infructuosamente enmendar la ruinosa política energética iniciada por el gobierno Aznar y continuada y amplificada por el gobierno Zapatero. Podríamos parar aquí pero nos dejaríamos en el tintero esa calamitosa inversión colectiva que, sin saberlo y a instancias del gobierno, hemos hecho a favor del coche eléctrico.

Esperemos que de ahora en adelante y para variar nos vengan buenas noticias de ámbitos judiciales, muy especialmente las relacionadas con ese “presunto prevaricador” que para no desentonar en medio de la corrupción reinante, se embolsó un buen dinero altruistamente entregado por los principales banqueros y ejecutivos del reino.


Aberrantes y denunciables son todos los casos enunciados pero se agravan en varios grados si los contextualizamos en la situación que vive el país. Una nación donde el 60% de la población es “mileurista”, dónde prestar al sector bancario es más seguro que hacerlo a las administraciones públicas (que garantizan los depósitos del primero), todo ello cuando la “prima de riesgo” alcanza un nuevo record y la “economía real” se enfila hacia una “depresión a la japonesa”.

En fín, será que es propio de los gobiernos “progres” indultar a criminales del sector de las finanzas cuando su autoridad está en el tiempo de descuento. Por ejemplo, podríamos mentar a la administración Clinton y su empeño por conceder el perdón presidencial a Marc Rich y ello sin importarle las conexiones con la mafia internacional que tenía el personaje. Una anotación sin importancia, nuestra Majestad Juan Carlos medió para la concesión de tal merced.

Esto es palmario y evidente para todo aquél que quiera verlo pero ya se sabe que no puede haber nadie más ciego que aquél que se niega a ver. Y, para terminar con un chascarrillo, en este país de ciegos, el tuerto es el rey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario